En la primavera del año 2020, viviendo en Coyhaique una mañana baje al patio trasero a tomar aire fresco. Y encontré que las misteriosas ramitas verdes que surgieron después de irse la nieve comenzaron a florecer. De todas la que me impacto por su belleza y porque solo las había visto en libros o revistas fue este hermoso ejemplar. En ese tiempo tampoco conocía con certeza el nombre de esta flor, solo le asociaba a su semejanza con una vestimenta gloriosa. Sospeché en ese momento que podría ser un Lirio del campo con quien Jesús comparaba las prendas del rey Salomón.
En mi investigación por la web encontré que le llamaban Lirio azul y comenzó esta bendita obsesión. Con este boceto inicie mi cuaderno de flores...donde registro y práctico el dibujo de toda flor y planta que llama mi atención.
Después seguí buscando referencias en la web, que preciosa forma de sus pétalos, tan semejantes a las telas. En esta búsqueda me decidí a pintar en acuarela. El año 2019 me dedique a tejer y bordar, después a dibujar, pintar con acrílicos y aplicar bordado. Pero, al encontrarme con estas flores decidí incorporar la acuarela en un proyecto especial. En septiembre del año 2020 descubrieron mi súper cáncer y me asuste mucho. Decidí que le dejaría algo a cada una de mis personas amadas y sin querer ya había comenzado con algunos familiares.
Seguí practicando y definiendo una composición para mis Lirios que amo. Encontré un color que me impresionó, realmente pensé que era trucado. ¿Se imaginan una flor turquesa? yo no las había visto.
Les envié de regalo estos Lirios Aguamarina a dos de mis amores y hoy que estoy bien, incluí esta flor en mi catálogo de acuarelas listas para enmarcar en otra composición.
Les dejo la fotografía que use de referencia para el color, la encontré en Pinterest y es de Kim Robbins.
Con amor 💗
Maca Arroyo L.
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